11 agosto 2010

GRILLO

El ruido de una moto lejana me produce una dura percepción de olvido,
(de la velocidad a la que avanza el olvido de quien sufres si te olvida y sufre olvidándote)
No, mejor de abandono:
El recipiente que nadie cuidaba se quiebra y todo se derrama en el suelo:
Yo también, ahogándome al principio.
Atravesado por el calor veraniego, soñando la certeza,
¿Cómo puede ser eso posible?,
de que la temperatura no dejará de avanzar hasta el infinito,
Hasta que algo en mí comience a arder y no pare.
Arder en el centro de una duda.
Hasta que con la retirada del sol algo se desate y, entonces,
Cerrar los ojos y sentirte perdido.
Ojo, dulcemente perdido, deslizándome en mi memoria, mi recuerdo, mi pasado.
Esperando la noche con ojos cada vez menos apretados y huir a lomos de un grillo insistente.
A la velocidad que avanza la necesidad de nacer a un nuevo día.