05 junio 2013

BANDERAS


Ojos tristes por encima de los cafés

se deleitan calculando un desastre

salivado con emoción y amargura.

Lamen el escalofrío

de un tiempo moribundo

que jamás fenece,

que es roña televisiva en los oídos.

Tras la llave dormita una sala de espera

a ninguna parte

desde la que saltar

bajo el viento del inquietante ondear

de una bandera

mustia como un caballo asfixiado.
 
 
 
 
Publicado en el nº96 de la revista de microliteratura digital “Sea breve, por favor”.

No hay comentarios :